En la plaza de San Francisco No 8, el día 13 de septiembre de 1810 fueron hechos prisioneros los hermanos Emeterio y Epigmenio González al ser delatados de que en su casa se guardaban armas y pólvora, siendo ellos los primeros patriotas que al anhelar la independencia, sellaron su destino al perderlo todo, incluso hasta la propia vida; como aconteció con Emeterio, quien falleció unos meses después en prisión.

Su amplia casona fue confiscada por el gobierno virreinal, y pasó de mano en mano durante los treinta años que olvidando de que existía, Epigmenio permaneció preso en las Filipinas y cuando fue liberado, cansado y viejo, ya no reclamó su propiedad, pasando por ella un sinfín de “propietarios” destinándola para diversos propósitos, dada su buena ubicación en la “Plaza de Abajo”, en donde don Benito Santos Zenea, cuando gobernaba Querétaro, en 1874, decidió utilizar la “Plaza del Recreo” y el camposanto de San Francisco para la construcción de un jardín, que con el tiempo llevaría su nombre.

En el lado norte del nuevo jardín, sobre la calle que al poniente del mismo se continuaba al “Portal de los Carmelitas” y la calle Real y siendo una sola hasta la calle de San Antonio, hoy avenida Hidalgo; como una más de las amplias casonas, sólidamente construidas, quedó la que albergara el negocio de mantas y “cambayas” (telas rústicas) de los hermanos González, y en los años 30 del pasado siglo, cuando unos años antes ya había sido presentado un novedoso invento, que permitía asombrarse con la proyección sobre una tela de manta o en una simple pared de color claro, de escenas “encerradas en una caja metálica, la que recibía el nombre de cinematógrafo” y que después de su presentación por el señor Villagrán en el antiguo “Casino Español”, hoy Pasaje de la Llata, y que esporádicamente se volvió a disfrutar por los queretanos en varios lugares; incluso en el “Teatro Iturbide”, hoy Teatro de la República, para que un grupo de personas visionarias, dieran los primeros pasos para utilizar el amplio patio de la histórica casa de los hermanos González, para convertirla en un salón de cine.

Lo que antes había sido un novedoso espectáculo, con presentaciones improvisadas y con muchas fallas en la proyección, fue retomado por un empresario español, procedente de Asturias y de nombre Emilio Ruiz Noriega, quien ya por esos días resultaba un importante hombre de negocios. Dueño de una tienda muy conocida de ultramarinos en la ciudad de México de nombre “El Sardinero”. Accionista de las fabricas textiles “La Carolina” y “La Josefina”, también propietario de la afamada tienda “Casimires Ruiz” de la ciudad de México, y es el, quien decide adquirir el proyecto del que sería el primer cine establecido en Querétaro.

Como buen ciudadano español, su participación dentro de la “Colonia Hispana”, fue de mucha relevancia y por su buena situación económica, estando siempre dispuesto a participar, fue presidente del club Asturiano y de la junta de Covadonga en la capital del país, intervino en la compra de los terrenos del Hospital Español y también como buen español orgulloso de sus orígenes, decidió que el nombre del primer cine en nuestra ciudad, llevase el nombre de don Francisco de Goya y Lucientes, abreviándolo como “Cine Goya” nombre con el que se le conoció durante los años que proporcionó diversión a nuestros padres, y también, por ser uno de los lugares en que se realizaban eventos sociales y los relacionados con los colegios de educción elemental; como clausuras de fin de cursos, festejos del día de las madres, entrega de “premios” y boletas de calificaciones, o cumpleaños de la Directora o Director de la escuela. El Cine Goya resultaba el lugar más apropiado para dichos actos; la otra opción poco accesible, lo era el auditorio improvisado en la parte superior de un convento; la que da a la calle de Corregidora, del Museo de San Francisco, hoy Museo Regional.

Don Emilio Ruiz Noriega, constructor del Cine Goya, ya para esas fechas había logrado especial aprecio por nuestra ciudad; uno de sus hijos de nombre Alfredo Ruiz de Moral había contraído matrimonio con la señorita Susana Montes Noriega, hija del General Federico Montes, ex Gobernador de Querétaro, y don Emilio, dueño del cine Goya, después de varios años de servicio, también lo vio ser derribado en los años 40, cuando el ya tenía raíces no solo en Querétaro, también en Irapuato, en donde su familia era propietaria de un famoso rancho conocido como “La Españita”, esto ya fue cuando el Gobernador don Agapito Pozo Balbás juzgó conveniente derribar el cine, para abrir “la calle nueva”, hoy conocida como 16 de Septiembre oriente, entre Juárez y Allende.

En la actualidad; adosada a la pared que mira al norte; en la esquina de las calles de Juárez y 16 de Septiembre, quedó como testimonio de muchos años de historia, una placa, que de forma sintética, pretende señalar este sitio tan especial para la vida del México independiente, placa que muy pocos conocen de su existencia.

Para Lolita Vázquez Mellado, “perlita” mi compañera en el bailable del festejo de fin de cursos del primer año, del Jardín de niños Rosita S. de Chanes, realizado en el “Cine Goya”, así como a los descendientes y parientes de don Emilio Ruiz Noriega: los Ruiz Montes, Ruiz Posada y Ruiz Merino.

Por Jaime Zuñiga Burgos

Queretano por nacimiento, Jaime Zúñiga Burgos cuenta con una muy amplia trayectoria en actividades políticas, sociales y culturales. Su formación de médico cirujano y licenciado en derecho, así como sus estudios de maestro en administración pública lo enfocan al humanismo. Lo mismo ha recuperado valiosas piezas arqueológicas que ha rescatado, importante documentos para la historia de México como el testamento original de Doña Josefa Vergara y Hernández, el decreto del presidente Benito Juárez para el cambio del sistema de medidas en la Republica, las mercedes de aguas del pueblo de Querétaro entre otros. Además de la ubicación de los restos del Marqués Juan Antonio de Urrutia y Arana en la iglesia de San Hipólito en la capital de la Republica. Preocupado por la pérdida de documentos de Querétaro junto con otros distinguidos académicos, fundó Preserva Patrimonio A.C. organismo creado para el rescate de nuestro patrimonio histórico. Actual Cronista del estado de Querétaro

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