El limosnero de los pantalones rotos
Juan Pablo y su amigo el señor imaginario
Juan Pablo y su amigo el señor imaginario
Nadie puede afirmar cuando se inició esta leyenda, ni los más ancianos pueden recordar su origen porque crecieron con ella…
Su cabeza se encontraba ladeada dirigiendo la mirada al lector y en sus ojos se apreciaba una mirada retadora y…
¿Por qué hay que darles sal a los niños? Porque a las brujas no les agrada lo salado, por eso…