Cuando en una mirada retrospectiva se regresa a los años 50 del pasado siglo y para ser más precisos al año del 59 y el rejuego de los números nos reitera la misma cifra, hace 59 años un grupo de estudiantes universitarios emprendieron lo que sin proponérselo sería la primera ocasión en que se concretaba un encuentro entre la máxima casa de estudios con la sociedad queretana a través de la radio.
José Luis Osejo, Lucía Elva Romero, Sergio Alberto Solorio, Eduardo Moreno Salazar y quien esto escribe emprendían a mediados de ese año un programa radiofónico en el que se abordaban diferentes temas estudiantiles y culturales a través de la frecuencia de la radio queretana. La XENA era una de las dos por entonces existentes, la otra era la XEJX pionera de la radio en Querétaro.
La idea del programa fue madurada por José Luis Osejo y tratando de cubrir diferentes aspectos académicos, sociales, deportivos y culturales, se pensó en un formato sencillo, que lograra ser aceptado por los radioescuchas con temas universitarios del acontecer estudiantil y a la vez que aportaran entretenimiento y cultura en la población.
Se pensó en llamar a este programa “Acercamiento Estudiantil Cultural” porque de esto se trataba, de que la recientemente reconocida como Universidad Autónoma de Querétaro, propiciara un vínculo de acercamiento con quienes le habían brindado su total simpatía y apoyo para el movimiento estudiantil de 1958 en el que se sostuvo al rector Fernando Días Ramírez.
La realidad, es que fueron pocos programas los que salieron al aire con ese propósito de acercamiento estudiantil con la sociedad. José Luis Osejo había conseguido el espacio en la radio con el gerente el contador Don Jesús Romero Santoyo, el que como maestro universitario de la carrera de Contabilidad simpatizó con el propósito de ese programa a través de la radio.
A las 15:00 estaba programado el primer noticiero deportivo que se trasmitió en la radio queretana con el locutor Rafael Briseño López el que por entonces duraba quince minutos y los restantes 45 eran para el programa universitario “Acercamiento Estudiantil Cultural”. Programa pionero, que no por sus contadas trasmisiones deja de ser el primero en que incursionarían estudiantes universitarios sin siquiera imaginar que a futuro nuestra universidad contaría con su propia radio en frecuencias A.M y F.M y ni pensar por entonces, que también televisión universitaria tendría.
El programa era grabado ante la inexperiencia de los participantes, porque así existía la posibilidad de eliminar los errores y sujetarse a los tiempos requeridos para intercalar los avisos comerciales, los que el locutor leía de una libreta y muy pocos estaban grabados en discos pero estos eran los menos.
José “Pepe” Tavares, personaje polivalente en las instalaciones de la radio queretana la que se encontraba en las calles de Madero en una amplia casona de arquitectura colonial, en cuyo patio en la parte del lado izquierdo de la casona estaban las instalaciones de la XENA que contaban con su cabina, teatro estudio, bodegas, discoteca y las oficinas. En el descanso de la escalera, en una puerta del lado derecho que daba entrada al entre suelo, funcionaba la XEJX en instalaciones improvisadas y en aparente descuido intencionado, porque su propietario con esto quería demostrar que no tenía cabida otra radiodifusora en Querétaro.
En el Teatro Estudio de la XENA se grababa el programa universitario, en una grabadora de carrete de cinta de las que hoy ya existen pocas y están en los museos. En ella se guardaba el registro sonoro de las voces de los cinco estudiantes participantes del programa. José Luis Osejo, Lucía Elva Romero y Sergio Alberto Solorio, abordaban temas académicos de sus respectivas carreras. Eduardo Moreno se encargaba de los tópicos deportivos y el que esto relata de los temas históricos y de las leyendas queretanas, procurando dar a conocer lo poco conocido de nuestro rico patrimonio a través de las historias que platicaban los abuelos.
Aspectos legales o contables como orientación general ante problemas frecuentes, eran abordados como un aporte de los estudiantes de esas carreras para facilitar trámites o solucionar conflictos del auditorio. Eduardo Moreno daba cuenta de todo lo referente al deporte universitario, en las competencias atléticas y principalmente los resultados de los logros del equipo de natación en las competencias nacionales, equipo que por entonces vivía una de sus mejores épocas al prácticamente barrer en todos los eventos en que participaba ya fuese contra el Deportivo Chapultepec o en la Feria de Aguascalientes e incluso en campeonatos centroamericanos en los que obtuvo varios campeonatos.
En el espacio dedicado a las leyendas y la historia de Querétaro, logró despertar mucho interés en el auditorio, por abordarse leyendas rescatadas del olvido a través de la memoria de los mayores. Así se dieron a conocer, la leyenda del Órgano que tocó el Diablo, la Monja de Santa Clara, Los Huesos de Doña Josefa Vergara, al igual que las leyendas originales de Don Bartolo “El Zapatero” y la Carambas o Carambada, la de la Rorra Feliú también en su versión original y así mismo se repasaron las ya conocidas para mantenerlas vigentes.
Por esos días, el licenciado J. Guadalupe Ramírez Álvarez se desempeñaba como director del Diario “Amanecer” y su proximidad con la radio de la que había sido gerente, le permitió conocer la experiencia estudiantil a través del programa universitario, interesándose por las leyendas de las que tenía publicadas otras que había rescatado pero que al desconocer las abordadas en la radio, nos propuso publicarlas bajo su firma y darnos crédito de las que le aportásemos, lo que no fue aceptado por sentir el compromiso con los abuelos comentándole que algún día se darían a conocer de manera escrita.
En cada sesión de grabación, se emprendía toda una aventura, por las dificultades técnicas y humanas que iban surgiendo en el desarrollo de la misma. Cuando todo era en apariencia normal, resultaba que la grabadora no había registrado absolutamente nada y se tenía que repetir todo el programa. Las roturas de la cinta eran infaltables dado que su prolongado y frecuente uso las hacía muy frágiles. Para esto, Pepe Tavares la unía con pequeños trozos de diurex, lo que también resultaba contraproducente ya que al escurrirse el pegamento con el calor se soltaba fácilmente y que mientras duraba la unión se escuchaba un vacío sonoro que era la transición debido a la unión del pegamento.
Seis meses -semana más o semana menos- fue el tiempo que duró el programa universitario “Acercamiento Estudiantil Cultural” siendo transmitido por la radio en la frecuencia de la XENA, no obstante la difusión lograda, fue muy aceptable y esto se vio reflejado en los comentarios de la población (incluidos los de nuestros familiares) que lo tuvieron como el primer programa cultural logrado por universitarios en Querétaro.
Ese contacto con la radio, despertó inquietudes en personas como José Luis Osejo, que unos meses después se dedicó profesionalmente al micrófono en su nuevo trabajo en la única embotelladora de refrescos que existía en la entidad. Trabajo, en el que duró varios años como maestro de ceremonias y conductor de eventos artísticos.
Lucía Elva Romero y Sergio Alberto Solorio se titularon como abogados, ejerciendo la primera en cargos de dirección en el Instituto Mexicano del Seguro Social y el segundo cono notario escrito en la Notaria del maestro Guadalupe Ramírez Álvarez. Sergio Alberto hasta su fallecimiento, se desempeñó de manera profesional y distinguida en la abogacía. Eduardo Moreno Salazar se destacó como nadador del equipo de la UAQ y posteriormente fue entrenador de esa disciplina por varios años en diferentes instituciones. Y, aunque fueron seis meses la duración de las transmisiones semanales del programa, era frecuente recordarles por aquel grupo de estudiantes que en las reuniones previas para preparar las intervenciones de cada uno de los del “Elenco radiofónico” y de los temas que cada uno presentaría dentro de los 45 minutos que duraba reuniones en las que también surgieron muchas anécdotas.
Nuestra universidad fue creciendo, el alumnado que en 1959 era de no más de 350 alumnos se incrementó hasta sumar miles. Las instalaciones universitarias se multiplicaron para dar cabida a los estudiantes de varias carreras. El profesorado se integró por profesionales de la educación, con maestrías, postgrados e incluso con cursos en el extranjero. Con el rector Enrique Rabel Fernández se contó con Radio Universidad poco tiempo después con circuito cerrado, luego TV por internet y en fecha reciente con el rector Gilberto Herrera se vio realizado el viejo sueño de tener un canal de televisión abierta. Es innegable el progreso en todos los aspectos de nuestra alma mater. La mentalidad del estudiantado es muy diferente a la de los años 50, ahora cuentan con mayores herramientas para el conocimiento y no son ni más ni menos ingenuos que como lo éramos en esos años, porque la mentalidad del universitario será siempre orientada en la búsqueda del conocimiento y del pensamiento universal.
En lo personal diré, que hace unos días, en la programación del nuevo canal UAQ un joven estudiante, relataba la leyenda del “Órgano que tocó el diablo”, drama que se vivió en Querétaro a finales del siglo XIX, el del hijo de una viuda que se enamoró de una novicia y que terminó en suicidio al sentirse pecador. Este joven que la relataba, con toda seguridad ignoraba, que sin proponérselo estaba dando continuidad a lo que se inició hace 59 años en aquel programa universitario llamado Acercamiento Estudiantil Cultural en dónde se dio a conocer por primera vez esa leyenda, con las otras que ya mencionamos y que hemos dejado escritas en varios libros con el propósito de que no se pierdan en el olvido del que fueron rescatadas.