Después del desfile de los huesos de los héroes de la Independencia, con rumbo al Castillo de Chapultepec, donde fueron “reclasificados”, Y se logró el milagro de su reproducción; porque de las trece supuestas osamentas, regresaron, perfectamente identificados catorce, y lo más asombroso fue, que los restos de don José María Morelos que nunca estuvieron en la Columna de la Independencia según lo demuestra la propia historia, tema que abordan varios conocidos autores y que concluyen; que estos restos fueron llevados a Francia por su hijo Juan Nepomuceno Almonte, y que muy dolido juró de que “su padre nunca regresaría a México”.
No obstante de los serios cuestionamientos, que el pueblo de México externó, como reproche a las autoridades, que armaron un “patriótico espectáculo”, el que en nada contribuyó a nuestros valores y, que por el contrario, fue puesto en duda al sentirlo como un intento de justificar lo muy poco que se logró, para conmemorar tan trascendente hecho en la vida del México independiente, muy diferente a lo realizado durante la celebración del primer centenario, en que se dio preferencia a la obra pública. De lo demás ya todos lo conocemos; “una estela de luz” con un costo exagerado y con no muy claros manejos económicos, y paren de contar, lo demás, tan poco valió la pena, nada que aportara algo que ameritara ser recordado a futuro.
Para satisfacción de los queretanos; porque así lo sentimos los miembros de nuestra organización Preserva Patrimonio A.C., aquí se dieron dos muy importantes aportaciones, que tal vez, tendrá que trascurrir algún tiempo, para ser justipreciadas por la misma historia; el primero y que rescata a un hombre al que con el tiempo se le haría parecer como un traidor a la causa de la Independencia, al señalarlo injustamente por un solo hecho, “el de haber encerrado a doña Josefa, su esposa”, pasando por alto la gran valía de este personaje, que formó parte fundamental de la conspiración. y al que reconocía el propio cura de Dolores, dejando por escrito sus respetos hacia él, en las cartas que don Miguel Hidalgo le dirige a Morelos.
La otra aportación de Querétaro al Acervo Histórico Nacional, es el dar a conocer el documento original; que hasta el día 4 de febrero del 2009 era desconocido, y que gracias al reportaje del periodista Luis Montes de Oca, miembro de Preserva Patrimonio A.C., lo dio a conocer. Se trata de una carta fechada en San Luis Potosí el 15 de abril de 1811, dirigida al Capitán Ignacio Elizondo y firmada por el General Félix María calleja. Carta que por primea vez en nuestra historia se convierte en el documento que demuestra la traición de Elizondo al capturar a don Miguel Hidalgo, Allende, Aldama, Abasolo, y Jiménez en “Acatica” de Bajan en Coahuila.
Esta carta a su vez tiene su propia historia, y muy interesante, porque un distinguido San Juanense, el Embajador Pablo Campos Ortiz, quien fue el primer representante de México en las Naciones Unidas, durante su desempeño, conoció a un diplomático filipino de nombre Cristóbal Regidor, el que le obsequió la carta de Calleja a Elizondo y que probablemente fue dejada por el traidor, cuando temeroso por su mala obra salió para esas islas a ocultarse, permaneciendo este documento ahí, hasta que a mediados del siglo pasado le es entregado al Embajador Campos, quien sabiendo de su gran importancia, solicito al British Museum of London su análisis y autentificación, la que por medio de documento oficial, autentifica la carta en un documento fechado por esta renombrada institución de reconocido prestigio internacional, en el año de 1963.
En el mes de febrero del 2009, José Miguel Canepa Campos, nieto del Embajador, establece por mi conducto, contacto con Preserva Patrimonio A.C., y nos muestra la carta original, que está escrita en papel no oficial, por la confidencialidad del asunto, guardándola protegida con unos cristales, para evitar que continué su deterioro; estaba tal como la entregó “The British Museum of London” acompañada de los resultados de los procedimientos empleados para su estudio, y con una transcripción, que resulta de suma trascendencia para nuestra historia, ya que se sabía de la existencia de la carta, mas no de su contenido, el que dejamos como aportacion a travez de estas líneas y que dice así:
— San Luis Potosí 15 de abril de 1811
Señor capitán don Ignacio Elizondo en Monterrey
“Mi estimado amigo y compañero, con el parte 2°.Para el E. S. Virrey me dirige, he recibido la fausta noticia 2°. Me da de la Captura del infame Hidalgo en Acatica Noria de Bajan resultado feliz de la celada que con tanta maestría convino Usted. Este acontecimiento que determina la purificación del país, se debe a la Providencia Divina que iluminó a Usted y fundo por esta gracia darle un triunfo tan completo”.
“Ya doy las ordenes para el castigo de ese criminal cura, cuya sangre dio tanto inocente victima inmoladas por él, caerá sobre su cabeza; esta aun humeante la sangre de tanto español sacrificado y pagará con la suya este maldecido”.
“No tengo en estos momentos con que premiar a usted, pero me ocurre mandarle lo más precioso que poseo, esto es, mi Espada que sin mancha que la empaña he conservado con la honra que todo militar de honor debe conservar: esta es la alhaja más preciosa que poseo, consérvela Usted pues como un recuerdo de la estimación de su general”.
“Recomiendo al E. S. Virrey este importante servicio que ha hecho Usted para nuestro Rey y a la Patria y no dude que será premiado como merece”.
“Sabe Usted, que lo estima su affm. Félix Calleja”.
Esta carta inédita, que permaneció en poder del Embajador Campos hasta su muerte, fue encontrada años después por sus familiares entre sus documentos, y su contenido, que en el párrafo anterior trascribimos, confirma la traición de Elizondo y el reconocimiento del que posteriormente sería Virrey de la Nueva España, Felíx María Calleja del Rey, dejando a nombre de Querétaro este testimonio, que será de gran utilidad para los estudiosos de nuestra historia y que aporta nuevos elementos para la historiografía nacional, siendo motivo de satisfacción, el que después de trascurridos doscientos años, este documento estuviera en nuestro territorio en la vecina San Juan del Rio, en el archivo de un distinguido personaje, el Embajador Pablo Campos Ortiz, primer representante de México en las Naciones Unidas, condecorado en veintitrés ocasiones por gobiernos extranjeros por sus servicios diplomáticos y que fue uno de los que introdujeron el Derecho de Amparo a Nivel Internacional.
En la actualidad, y en platica reciente con José Miguel Canepa Campos, fui enterado, que la carta ya no está en poder de su familia, por lo que, para evitar que su importante contenido se pierda en el olvido, la dejamos aquí escrita, tal como es la trascripción que realizó “The British Museum of London”.
Uno de los argumentos para la creación de Preserva Patrimonio A.C. fue, el rescate del contenido de los documentos, que por su gran valor Histórico tienen desgraciadamente también un valor comercial, y que al no poder adquirirlos, al menos dejar constancia de lo que en ellos esta escrito para conocimiento de las futuras generaciones. Esto que aquí dejamos es para señalar una traición histórica, la que algunos quisieron ocultar y que con esta carta ya no existe ninguna duda de ello, Elizondo fue un traidor encubierto.